jueves, 29 de abril de 2010

Desahogo

Y a estas alturas de la película lo único q no necesito quizás sea eso. Lo que pasó akel día, tan tan lejos, solo yo y kien estaba allí conmigo lo sabemos. Lo que respondí en esa fatídica llamada, solo kien me llamó y yo, lo sabemos.
Nunca me han gustado las explicaciones, haya actuado bien o mal, son mis actos, buenos o malos, yo acarreo con mis consecuencias. Si nunca m ha gustado dar explicaciones, muxo menos me va a gustar hacerlo ahora. Con mis experiencias vividas, mi marudez o inmadurez, mis actos y mis actitudes, soy yo, simplemente yo.
Que alguien ahora juzgue mis actos en uno de los momentos más duros de mi corta xo intensa existencia, lejos de preocuparme, me produce un atake de risa. Ahora, cuando casi han pasado dos años, que me salgan con estupideces chorras, lo único que producen es un paso hacia adelante en mi existencia, un sentirme más orgullosa de lo que hice aquel día, y que si volviese atrás, en igualdad de condiciones, se a ciencia cierta, que actuaría igual que lo hice aquel día.
Si conociendome como dices que me conoces, crees que tuve una mínima duda en reaccionar como reaccioné, sinceramente, no me conoces ni un poco, quizás solo me distingas. Cosa, q lejos de preocuparme, me calma. Ahora, que con este comentario, quien te empieza a conocer bien a fondo soy yo.
Nunca me he explicado, ni justificado, a no ser que yo misma lo haya considerado necesario. En este momento, me da igual lo que el mundo piense, me basta con que la persona que se fue, sabía perfectamente lo que la kise, la kiero y la kerré. Ella sabe perfectamente allí dond sté que no dudé un instante en venir a despedirme.
Jamás tendré que justificarme en ese tema, mi conciencia sta muy trankila en ese terreno. A quien no le guste, que analice el motivo de escudarse en esa puta farsa, y que valore la situación, si merece la pena creer a pies juntillas lo que alguien dice...
Aquí queda zanjado!

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